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Alonso en la Indy 1

Mientras escribo estas líneas, estoy escuchando el audio de Fernando Alonso jugándose el tipo en el óvalo de Indianápolis. Viendo las cámaras subjetivas, se me pone la piel de gallina verle pasar tan cerca de los rivales y de los muros. Es realmente ahí donde se puede apreciar lo que se pone en juego y no en las cámaras que ofrecen grandes planos.

Pero sin embargo, lo que quería escribir en este primer artículo sobre la Indy es sobre la participación de Fernando en esta competición de velocidad. Le deseo de veras todo lo mejor, pero creo que se equivoca al intentarlo este año. Se que esta opinión no es muy popular entre los forofos del asturiano, pero intentaré argumentarla.

Lo primero es que considero la Indy como una competición complicada, exigente y con ciertas peculiaridades técnicas a la hora de conducir, pero creo que la Fórmula 1 es la categoría reina del mundo del motor. Y no lo es solo por las audiencias, el marketing, los ingresos que genera, o los sueldos que soporta. Creo que técnicamente es la competición más completa, compleja y exigente dentro del motorsport. Sobre todo, para un piloto, es el mejor banco de pruebas para demostrar la valía, las manos, la destreza y la madurez. Y con esto quiero decir que pasar a la Indy, desde mi punto de vista, es como dar un pequeño paso hacia atrás en su carrera.

Desde el punto de vista de un neófito en la Fórmula 1, podría resultar lógico que Alonso buscara salidas ante su próxima retirada. Sin embargo, creo que Fernando está en un punto de madurez más que óptima, y de momento no parece que su físico, o sus reflejos, le pasen factura en carreras exigentes como pudiera ser Singapur. Para mí, Fernando podría competir en la Fórmula 1 unos cuantos años más. No hace falta decir que a su sobrada calidad técnica, los años le dan una experiencia que no atesora ningún piloto de la parrilla.

La otra razón de peso que se puede argumentar a la hora de que Fernando pruebe suerte en las 500 millas de Indianápolis es que necesita volver a sentirse ganador, competitivo, ante la debacle a la que le ha llevado McLaren, y en especial Honda en los últimos años. Bien, de acuerdo; pero la frustración que siente, es con su equipo y con la disciplina de la Fórmula 1. Esa es su batalla. Y es la batalla que le derrotará deportivamente, o le volverá a encumbrar en los laureles de la victoria. Él tomó la decisión de fichar por Honda en 2015 y ante esa decisión sólo caben dos respuestas: continuar metiendo presión y exigir tener un nivel competitivo que no llegará en este 2017; o abandonar yéndose a otro equipo.

En Indianápolis no va a encontrar la respuesta: Puede que sea un paréntesis que mentalmente y anímicamente le sirva para coger aire; pero ¿qué pasa si las cosas no salen bien? Por supuesto, le deseo la victoria; pero creo que hay que tener los pies en el suelo. Aunque esté en un equipo con opciones a ganar, se codea con tiarrones que llevan años en esto. En este deporte importa menos las manos del piloto y más ser un "zorreras" a nivel estratégico. Y Fernando tiene mucho que aprender en 10 días.

Por contraposición, quedará huérfano Mónaco de uno de sus ganadores. Si McLaren puede hacer algo digno en este primer tercio de temporada, Monte-Carlo es el lugar para hacerlo. ¿Te imaginas una vuelta de oro como la que Fernando se marcó en Barcelona en Mónaco? Con lo difícil que resultará adelantar en la salida del túnel, un McLaren podría puntuar más fácilmente aquí que en otro circuito. Aún así Stoffel tiene una ocasión de oro para reivindicarse y dudo mucho que Jenson pueda estar a un nivel competitivo con los nuevos monoplazas.

Le deseo lo mejor a Fernando. Ojalá gane las 500 millas, o quede entre los 10 primeros; para mí, eso ya sería suficiente. Pero creo que podía haberlo probado más adelante. El tiempo dirá.

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